UN AMIGO ES UNO QUE LO SABE TODO DE TI Y A PESAR DE ELLO TE QUIERE.
Elbert Hubbard
Veinte años de actividad continuada en el mundo de la política municipal, comporta una dedicación total y absoluta en todos los aspectos. Significa tener un horario de trabajo ilimitado, y olvidarte de vacaciones, de fines de semana y días festivos.
Durante los primeros ocho años, en los que nuestro Grupo conformaba la oposición munici-pal, en mi calidad de nº 1 y portavoz del grupo municipal de Alianza Popular, posteriormente Partido Popular, y candidato potencial a la Alcaldía, era necesario dar a conocer nuestra labor a toda la ciudadanía, al igual que mi imagen personal, lo que comportaba asistir a todos los actos públicos posibles, contactar con todas las asociaciones, entidades y grupos ciudadanos, estando presente en los actos y eventos que se celebraban en nuestra ciudad. Y puedo asegurar que en nuestro municipio eran y son, muchísimos.
Una vez elegido Alcalde y durante los doce años que estuve al frente de la Alcaldía, además de continuar con la actividad citada, tuve que asistir a muchos actos oficiales y realizar desplazamientos por razón del cargo lo que, puedo asegurar, han representado un número muy importante de horas de dedicación.
Esta situación, ha requerido, a mi entender, de tres principales condicionantes:
a) Tener una familia, en especial tu esposa, que acepte y pueda soportar este régimen de vida. Veinte años en esta situación —años, además, definitivos en la vida laboral de una persona (de los 46 a los 66 años)– se hacen verdaderamente difíciles para el núcleo familiar. No poder contar con el esposo, padre y ahora abuelo, como una familia normal, representa una situación ciertamente difícil y requiere una aceptación y entrega fuera de lo común.
b) Disfrutar de una salud a toda prueba, en especial para aceptar un tren de vida de un dinamismo extremo y poder soportar un régimen de comidas casi suicida. Gracias a Dios y a mis amigos profesionales en medicina, nunca he tenido ningún problema sanitario serio.
c) Contar con un equipo humano de colaboradores que trabajen codo a codo contigo. En esto también he sido –y sigo siéndolo– muy afortunado durante estos veinte años. A todos, sin excepción, mi mayor agradecimiento y reconocimiento.
Especial referencia quiero hacer a mi querida esposa Lola. Después de 43 años de feliz matrimonio –los primeros 21 luchando para sacar adelante la unidad familiar y los 22 restantes, además, ayudándome en todo momento en mi activa labor política– merece una admiración y un especial cariño que difícilmente podré nunca corresponder. Sólo desde la perspectiva de una estimación muy especial, propia de nuestra existencia en común, puede explicar tan excepcional conducta hacia mi persona. Además, hay que reconocer con justicia y satisfacción para mí, que Lola, con su manera de ser, su discreción y simpatía personal, me ha hecho ganar muchísimas amistades y simpatías, más de las que yo mismo pudiera nunca imaginar. Gracias Lola querida, magnífica esposa, madre ejemplar y gran colaboradora en todos los momentos en que te he necesitado. Gracias a mis hijos Ani, Toñi y Juan Manuel por vuestra comprensión y ayuda y a mis nietos Inés y Enrique por soportar un abuelo, muchas veces, sin la dedicación que os teníais merecida.
¿Y qué decir de mis amigos?, algunos de ellos a los que considero como de la misma familia, a los que siempre he tenido a mi lado y que han sabido comprender mis ausencias y comparecencias en multitud de ocasiones en que los amigos tienen que estar presentes, y que, por obligaciones de mi cargo, me fueron imposible de atender. Gracias, verdaderos amigos, por haber sabido aceptar mi situación y gracias porque nunca me ha faltado vuestro apoyo.
¿Cómo corresponder a las innumerables muestras de amistad de los componentes del Rotary Club de Mallorca y Rotarios en general, así como a todos los integrantes del Dijous Grup?. Éstos fueron los primeros que me obsequiaron con una vara cuando estaba todavía en la oposición, con la promesa de levantarla conjuntamente con la vara protocolaria oficial, el día que consiguiera ser elegido Alcalde. Así sucedió y así lo cumplí.
Con algunas fotos he intentado dar muestras de mi gratitud hacia los amigos más íntimos. El muestrario podría ser interminable. Valgan las expuestas como testimonio de mi sincero y leal afecto. Por cierto que en la que hace referencia al recordado Xesc Forteza, siempre acude a mi mente la anécdota sucedida cuando tuvo su primer aviso grave de salud. Fue internado en la Clínica Rotger de Palma y cuando llevaba algunos días en la UCI, a la vista de que no mejoraba y de común acuerdo con su familia, los doctores habían aconsejado no continuar con su supervivencia asistida. Se nos comunicó esta decisión y, junto con mi amigo Concejal y Presidente de la Empresa Funeraria, Carlos Tous, nos personamos en la Clínica para expresar a la esposa Fina y resto de familiares nuestro pesar por la decisión que hubo que adoptar y, como es lógico, empezamos a preparar todo el tema funerario. Carlos Tous detalló todos los puntos a la familia, incluído el modelo de ataúd. Pero cual sería la indescriptible alegría y sorpresa que, al desconectar la asistencia, «el nostro Xesc va revifar,» y poco a poco consiguió salir de su estado crítico, hasta llegar a normalizarse y llevar una vida regularizada, con las consiguientes limitaciones. Ni que decir tiene que, con su inigualable forma de ser, cuando nos veíamos, me dedicaba una buena retaíla de “piropos” por haber ido a la Clínica con Carlos Tous con su muestrario de ataúdes, y a quien, con su gracia inimitable, perseguía por dónde encontraba gritándole “arruix, valent viró, que ja venias amb sa caixa.!!!” Gracias a Dios, todavía disfrutamos bastante tiempo con la amistad y el arte de Xesc. Mi recuerdo siempre a su familia y a los momentos imborrables que vivimos con él, ya fuera pescando en su querida Estaca o jugando al Truc, del que fue mi primer introductor.
Con toda mi familia, Lola, Ana, Antonia, Juan Manuel y mi sobrino David Barberí que nos acompañó en el emotivo acto de mi primera toma de posesión como Alcalde de Palma. Era el sábado 15 de Junio de 1991.
Con Lola y mis hijas Ani y Toñi. Falta nuestro hijo Juan Manuel, que por motivo de exámenes, no estaba en Palma. Nos acompaña nuestro fiel perro Rin, que nos brindó su cariño y fidelidad durante 17 años.
Nunca falta la atención de Lola en cualquier celebración, como la fiesta de uno de mis cumpleaños, el 20 de Enero, que coincide con la festividad de San Sebastián, Patrón de Palma y por cuyo motivo nunca podíamos celebrarlo, reunida toda la familia, hasta el fin de semana más próximo.
Con Lola, en el verano de 1991, celebrando mi primera elección como Alcalde.
Lola, mi hija Antonia y mi nietecita Inés, acompañadas de Juan Verger, a la sazón Presidente del PP de Baleares, en el momento de ser elegido Alcalde de Palma por segunda vez en 1.995.